miércoles, 14 de abril de 2010

TESIS UNILATERALES


"...El ser humano reside fundamentalmente en su espiritualidad, en su ciencia, en su empeño intelectual y en sus cualidades morales. Lo corporal no es más que un apéndice insignificante, aunque imprescindible, de la auténtica esencia humana del hombre. Sólo el espíritu asegura al hombre su existencia específica, para lo cual el cuerpo aparece incluso como un impedimento y un estorbo: en caso de enfermedad es fuente de malos humores y en caso de encontrarse bien plantea necesidades tentadoras y engañosas...".

Esta concepción la encontramos cuando en la enseñanza y en la educación el cuerpo es ignorado, porque se supone que su importancia es nimia para las auténticas tareas "pedagógicas"; cuando la mirada que se tiene para con el cuerpo y su significado es tan estrecha que uno mismo se prohibe una educación física entendida como educativa e incluso se está dispuesto a reconocer sus ventajas para la salud, pero reprochándole los perjuicios pedagógicos que acarrea al distraer de las tareas escolares, al no compaginar con la idea de una formación científica e incluso estimular un tipo de cualidades que despistan del que constituye el objetivo claro de la educación. ¡ ideas todas que , desde las escuelas hasta las universidades, se mantiene tenazmente en muchos lugares!

A la exageración de lo corporal, se contrapone una hipertrofia de lo espiritual. Las dos concepciones nos ofrecen una imagen reducida del ser humano. Son incompletas y unilaterales, dando origen a una educación del hombre de acentos desiguales, desembocando en una noción estrecha de la existencia humana.

El frecuente reproche de carecer de alma que se hace a la educación física es el resultado de una idea falsa de la naturaleza del hombre. La Educación física ofrece una oportunidad - y, en comparación con bastantes otras materias de enseñanza, muchas oportunidades- para que preponderen propiedades caracteriológicas buenas.

La mejor formación profesional, intelectual y física - y nadie dudaría de la necesidad de ellas - carece de sentido educativo si no va acompañada de un esfuerzo por conseguir una buena formación de carácter. La inteligencia, la capacidad profesional, la habilidad o la preparación técnica no son el resero para medir la actitud caracteriológica de una persona. En una época propensa a dejarse llevar por unos modelos que el cine y la televisión se encargan de ensalzar, esas cualidades son propias, más bien, para ocultar fallos caracteriológicos o incluso para que ellas mismas se arroguen la categoría de rasgos caracteriológicos.

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